El tema de hoy es: Abandono animal II

65 (13)El tema de hoy tiene que ver con los sentimientos y la consciencia y lo aclaro porque tiene que ver con la consciencia o más bien la mala consciencia de algunos seres humanos y los sentimientos de los animales que tienen a raudales y que comparten con nosotros los seres humanos aunque algunos sean tan hijos de mala madre que los maltratan, explotan, abandonan e incluso matan.


Respecto al abandono animal, todos los días de nuestra existencia vemos infinidad de perros deambulando sin esperanza por las calles de nuestras ciudades, algunos en situaciones deplorables de salud y con los signos de la desnutrición y el hambre que han tenido que soportar, además del maltrato por la única razón de que un degenerado mal llamado amo y ser humano, decidió que no podía o no quería tenerlo más. Esta es la triste historia de la vida que tienen que llevar los animales que más cerca están de nosotros y que nos dan pruebas de que son mejores que nosotros porque saben dar amor a pesar de que muchas veces no nos lo merecemos.
Siempre repito que quien tiene un perro es como si tuviera un hijo, que no es lo mismo, ya lo sé, pero se le parece, un perro llena espacios que en otras circunstancias sería imposible, por esa razón es que los emplean en terapias y los profesionales le recomiendan a quien vive solo, dejarse acompañar por uno de estos nobles animales, si lo hace, no saldrá defraudado, su vida cambiará para bien porque un perro es compañía, es comprensión, en una palabra, es amor, la materia prima de que esta hecho nuestro mundo.
Llegado a este punto, voy a contarles la triste y al final no tan triste historia de un perro criollo que conocí en mi zona de residencia y que fue abandonado por sus “amos” si se les puede llamar así, lo conocí porque cuando sus “amos” –una pareja joven—lo sacaban a pasear y a hacer sus necesidades fisiológicas, tenía interacción con él, nada hacía pensar que podían abandonarlo porque lo que trasmitían era que lo querían, pero un día vi al noble animal deambulando por la calle y parándose en la entrada del conjunto residencial donde vivía con sus “amos”, me causó extrañeza y por tanto empecé a hacerle seguimiento y saqué la conclusión de que había sido abandonado, ante esta creencia, pregunté a los vigilantes del conjunto y me confirmaron que la pareja joven de que hablaba se había cambiado de lugar de residencia unos días antes, empecé por darle de comer y cuando me iba de paseo con mi perro me lo llevaba y paseábamos los tres, a todas estas, las personas del sector me empezaron a preguntar por él y les respondí que había sido abandonado por sus “amos”, este hecho me dio pie para entender que si queremos, podemos ser muy solidarios, hubo mucha solidaridad de parte de mis vecinos con el noble animal y comida le sobró, incluso medicinas hasta que un día apareció un buen samaritano que se lo llevó a vivir con él. Este un caso de los muy pocos que termina con un final feliz, el perro de mi historia está viviendo en excelentes condiciones y sus malos “amos” se perdieron del amor de tan noble animal.
Si no podemos tener un perro no lo adoptemos para luego abandonarlo y si lo adoptamos, seamos conscientes que un perro es un amigo que llena muchas de nuestras carencias afectivas, que tenemos que atender porque él no puede valerse por sí mismo y que es bien poco lo que le damos si comparamos lo que recibimos de él, concienticémonos de que los animales son un complemento de vida que Dios puso a nuestra disposición para que los amemos como ellos lo hacen con nosotros, no para que los maltratemos, abandonemos o explotemos, así cumplimos con lo que nos dicta la ley de Dios y nos beneficiamos en nuestra salud física y mental de tener la compañía de esos nobles animales.
No olvidemos que un perro es más que un amigo y aunque muchos digan que un perro no es un ser humano, yo sé que no lo es pero se le parece, por eso digo que es como un hijo más que llega para aumentar una familia y llega trayendo con él lo que tanta dificultad nos da compartir, me refiero al amor del que tan necesitado está este mundo deshumanizado en el que nos taca vivir, humanicémoslo, hagamos de él el paraíso que Dios creó.
Tengamos siempre presente que quien abandona un perro, es capaz de abandonar a un hijo y que quien maltrata o mata a un perro, es capaz de hacerlo con cualquier ser humano llámese un desconocido, un hijo o un hermano.
Ya para terminar, que hermoso sería que un día nos levantemos y no veamos a un solo perro sobreviviendo en la calle, abandonado o nacido en ella y esto es posible pero para que podamos tener esa satisfacción, tenemos que tomar consciencia de lo que esos nobles animales representan en nuestras vidas, de que cuidándolos, amándolos, cumplimos con la ley de Dios, nos regalamos la mejor de las experiencias y obtenemos la más grande gratificación. No sé si seré iluso pero yo espero que un día, no veamos más perros tirados en las calles, ese día podremos llamarnos en justicia, hijos de Dios y por supuesto, los Reyes de la Creación.

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